La comunidad rechaza el proyecto en el kilómetro 49 de la Ruta 2 y cuestiona la falta de transparencia en el proceso. Denuncian posibles impactos ambientales y sonoros.
La instalación de una central termoeléctrica en el kilómetro 49 de la Ruta 2 ha generado una fuerte resistencia entre los vecinos de Brandsen, quienes exigen una audiencia pública para debatir el proyecto. Denuncian la falta de transparencia en el proceso, posibles impactos ambientales y el riesgo de contaminación sonora.
Ante esta situación, este lunes un nutrido grupo de frentistas se manifestó en contra de su instalación con carteles y pancartas. "¿Sacaron la corrupción del freezer?" y "No a las termoeléctricas", fueron algunas de las consignas que pudieron verse.
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Martín Ferrero, vecino de una zona rural cercana y uno de los principales opositores al proyecto, advirtió en diálogo con InfoBrandsen sobre la premura con la que las empresas buscan avanzar con la instalación. "Ellos están muy apurados, pero esto no se resuelve de un día para otro. Necesitamos un análisis serio del impacto ambiental y poblacional".
Uno de los principales cuestionamientos apunta al consumo de agua de las turbinas. Según Ferrero, los informes presentados por las empresas contienen contradicciones: "Dicen que consumirán 500.000 litros por día, pero si uno hace los cálculos en base a las turbinas, la cifra es mucho mayor".
Otro de los puntos de conflicto es la contaminación sonora. Durante la entrevista, Ferrero reprodujo un audio del ruido generado por una central similar ubicada entre Pilar y Escobar. "Ese sonido es insoportable. Se escucha a cinco o diez cuadras de distancia, las 24 horas del día, para toda la vida", lamentó.
Además, puso en duda las promesas de empleo local realizadas por las empresas. "Dicen que van a contratar a chicos egresados de la Escuela Técnica, pero en una industria como esta se necesita una capacitación específica. No es tan simple como lo quieren hacer parecer", advirtió.
En relación con el proceso administrativo, Ferrero sostuvo que la audiencia pública es un paso obligatorio para la instalación de la central. "El Municipio tiene que hacer su evaluación ambiental, y esto lleva tiempo. Si las empresas asumieron el riesgo de comprar tierras antes de que se apruebe el proyecto, es su problema", señaló.