A pesar de que la CGT y la CTERA suspendieron la medida de fuerza tras un acercamiento con el Gobierno, una agrupación de Suteba llevará a cabo el reclamo.
A pesar de que la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) suspendieron el paro docente del 5 de marzo tras un acercamiento con el Gobierno, un sector del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) decidió mantener la medida de fuerza.
El sector mayoritario de SUTEBA La Plata, que conduce el gremio, no adhiere al paro. El que llevará a cabo la medida es el grupo opositor a Roberto Baradel, SUTEBA Multicolor, por lo que los docentes que están representados con el sector no trabajarán durante esa jornada, por lo que se supone que en varias escuelas de la ciudad las clases no iniciarán con normalidad.
Los gremios que nuclean a los docentes y están enrolados en la CGT anunciaron este jueves que suspendieron la medida por un acercamiento con el Gobierno.
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Desde ese sector, indicaron a 0221.com.ar, que sostienen la medida ante la preocupación porque "los salarios están muy bajos y la docencia está trabajado al tope de horas y cargos para poder paliar la situación económica".
Además, remarcaron que: "Había mucha expectativa de que los gremios nacionales de la CGT y CTERA también convoquen al paro pero nada, eso generó mucha indignación, porque siendo que el gobierno nacional viene recortando de forma brutal la educación pública y que la paritaria nacional no avance en nada".
El espacio reclamó un salario acorde a la canasta familiar, con actualización automática por inflación, y la recuperación del poder adquisitivo perdido en 2024. También insistieron en la restitución "de los fondos recortados por el gobierno de Milei a la educación" y en garantizar las prestaciones del IOMA.
Entre los principales reclamos, exigen la universalización del Servicio Alimentario Escolar y del Plan Mesa, garantizando alimentos en cantidad y calidad nutricional, además de mayor presupuesto para material didáctico, elementos de limpieza y becas estudiantiles.
También piden la defensa de los regímenes jubilatorios y del IPS, denunciando demoras en los trámites previsionales. Rechazan la declaración de la educación como servicio esencial, exigiendo el respeto al derecho de huelga, la anulación de las Injustificadas (125.7) y la devolución de los descuentos disciplinarios aplicados a docentes en conflicto.