Con su Ruta de los Vinos, este lugar de la Provincia se consolida como un destino vitivinícola único. Bodegas boutique, paisajes serranos y experiencias gastronómicas.
En los últimos años, la provincia de Buenos Aires ha comenzado a destacarse en el mapa vitivinícola argentino gracias a nuevas regiones productoras que combinan tradición e innovación. Estas zonas emergentes, con bodegas boutique y producciones limitadas, ofrecen vinos de gran calidad que reflejan las características únicas de su terroir y despiertan el interés de los amantes del enoturismo.
Con paisajes diversos y condiciones climáticas óptimas, estos destinos invitan a vivir experiencias que van más allá de la degustación. Caminatas entre viñedos, maridajes con productos locales y actividades al aire libre se suman a la propuesta, consolidando una oferta turística integral que conecta el vino con la naturaleza y la cultura bonaerense.
En Tandil, los vinos serranos están ganando protagonismo gracias a su calidad y su entorno único. La ruta de los Vinos combina bodegas boutique, actividades al aire libre y maridajes con productos locales, posicionando a la región como un destino enológico imperdible en la provincia de Buenos Aires.
En Tandil, el gobierno de Axel Kicillof puso en marcha obras en el marco del Programa de Infraestructura Universitaria, con el que la Provincia de Buenos Aires busca reactivar en casas de estudio nacionales ubicadas en territorio bonaerense obras que el Gobierno Nacional dejó de financiar (en una primera etapa serán 20 proyectos). En este caso, se restaurará la fachada del edificio del Rectorado de la Universidad Nacional del Centro.
En los últimos años, Tandil ha sumado a su conocida oferta turística un atractivo enológico que está dando que hablar. Con su icónico paisaje serrano, esta región de la provincia de Buenos Aires se ha convertido en un referente emergente para los amantes del vino.
El secreto de sus vinos radica en las condiciones únicas del terreno: suelos de origen serrano, inviernos fríos y veranos con temperaturas moderadas. Este entorno permite la producción de varietales destacados como Malbec, Pinot Noir, Cabernet Franc y Sauvignon Blanc, además de blends innovadores que sorprenden al paladar.
La Ruta de los Vinos en Tandil incluye paradas obligatorias en bodegas que apuestan por la calidad y la sostenibilidad. Algunas de las más destacadas son:
La Ruta de los Vinos en Tandil no solo ofrece degustaciones, sino también actividades al aire libre que complementan la experiencia. Caminatas entre los viñedos, paseos en bicicleta y picnics rodeados de naturaleza son algunas de las propuestas que invitan a disfrutar de los paisajes.
Además, la gastronomía ocupa un lugar central. Muchas bodegas maridan sus vinos con productos locales como quesos, embutidos y panes caseros, resaltando los sabores de la región. Participar en la vendimia, ayudando en la cosecha de las uvas, es otra experiencia que combina aprendizaje y disfrute.
El auge del enoturismo en Tandil beneficia a toda la región, desde bodegas hasta restaurantes, hoteles y guías turísticos. Esta propuesta diversifica la oferta de la ciudad, atrayendo a visitantes que buscan una experiencia diferente, más allá de sus tradicionales paisajes y actividades al aire libre.
Tandil, con su Ruta de los Vinos, se consolida como un rincón imperdible para quienes desean disfrutar de buenos vinos y conectar con la esencia serrana de la provincia de Buenos Aires.