sábado 19 de abril de 2025

Docentes de La Plata luchan contra una cláusula que les prohíbe tener un mejor cargo superando los 50 años

Un ítem del estatuto docente impide a las maestras de más de 50 años convertirse en titulares de las clases que dan y un colectivo busca abolir ese obstáculo.

"Excedido en edad", dice la inscripción que el sistema informático muestra a las docentes de 50 años o más cuando intentan inscribirse para ser titulares de cargos. Recién entonces se enteran de ese requisito del que nadie les advirtió a lo largo de la carrera y que limita a quienes ingresan a la docencia a una edad superior a la media, condenándolas a cubrir suplencias y cargos provisionales, con la inestabilidad laboral y los menores ingresos que eso implica.

Es el propio Estatuto Docente de la provincia de Buenos Aires -creado para resguardar los derechos de quienes enseñan-, el que dispone ese límite a través del inciso E del artículo 57, que establece las condiciones para convertirse en titular por primera vez de un cargo, al dictaminar que los aspirantes deberán "poseer una edad máxima de cincuenta".

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Para cambiar esa realidad, a fines de 2022 un grupo de estudiantes y graduadas, acompañadas por docentes, decidió organizarse y crear el Colectivo Contra la Discriminación por Edad en la Educación (CODEE). Desde entonces, han conseguido que la Justicia les dé la razón en tres casos. Sin embargo, su máxima aspiración es modificar la norma que pone un tope al crecimiento de "miles de docentes" de escuelas primarias de la provincia.

"La normativa tiene que ser más inclusiva", reclama Juan Manuel Fontana en diálogo con 0221.com.ar. Es docente de Filosofía en el Instituto de Formación Docente N° 97, donde nació el colectivo, y miembro del mismo a pesar de que la problemática no le afecte. "No puede impedirles trabajar con este criterio 'edadista' o 'viejista' a docentes que, por diversas razones, quedaron sin posibilidad de empezar a estudiar antes", agrega.

La ardua carrera para ser docente titular

Para acceder a un cargo docente, los aspirantes deben inscribirse en los listados de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), donde quedarán ordenados de mayor a menor, según su puntaje. El listado principal es el Oficial, destinado a quienes ya tienen el título habilitante.

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Juan Manuel Fontana, docente de Filosofía en el Instituto de Formación Docente N° 97 y miembro del colectivo

Juan Manuel Fontana, docente de Filosofía en el Instituto de Formación Docente N° 97 y miembro del colectivo

El puntaje se conforma a partir de cursos que los aspirantes deben pagar y de la antigüedad, entre otros conceptos. Para titularizar, es necesario tener unos 55 puntos, aproximadamente, y las capacitaciones otorgan un puntaje que va de 1 a 2 puntos, por lo cual el proceso para sumar el puntaje necesario para titularizar lleva varios años.

Cuando se abre una vacante para determinada materia, se la cubre mediante un acto público que se realiza de manera virtual. En dicho acto, los docentes se postulan y las autoridades seleccionan al que mayor puntaje tiene dentro del listado oficial. Si no se encuentran postulantes allí, se pasa a otras dos nóminas que incluyen a docentes graduados que se inscribieron más tarde.

En caso de que tampoco haya postulantes en dichas nóminas, se pasa al listado 108-B, y luego al 108-B infine, donde se inscriben quienes tienen el título en trámite o un amplio porcentaje de la carrera aprobada. Por último, está el listado de Emergencia, que tiene menos requisitos y se abre cuando no se pudo cubrir la vacante con los listados anteriores.

Hasta el surgimiento del colectivo contra la discriminación por edad en la docencia, el sistema también impedía a las aspirantes con más de 50 años a inscribirse en estos últimos listados. "La aplicación de la normativa se hacía de una manera aberrante porque, en los hechos, no solo les impedía titularizar: se les impedía trabajar bajo cualquier situación. Se las expulsaba de la profesión", critica Fontana.

Esa interpretación arbitraria del inciso E del artículo 57 del Estatuto Docente pudo revertirse en 2023 con reclamos del colectivo que incluyeron movilizaciones, protestas y abrazos simbólicos, entre otras medidas que posibilitaron una mesa de diálogo con la Subsecretaría de Educación provincial. Sin embargo, aun siguen sin poder inscribirse al listado oficial y, según denuncian, desde el año pasado el diálogo fue interrumpido por parte de las autoridades provinciales.

Los actos públicos para titularizar horas suelen realizarse a principios de año y, ya comenzado, se realizan generalmente para cubrir suplencias o cargos provisorios. La aspiración de los docentes por titularizar horas se debe a que esto permite tener una mayor estabilidad y un sueldo que suele ser del doble de lo que cobrarían si toman una provisionalidad o suplencia. Según explicaron desde el colectivo, en promedio, por una jornada de cuatro horas, de lunes a viernes, quienes no son titulares cobran entre 200 y 300 mil pesos por mes, mientras que los titulares pueden alcanzar el doble de ese valor.

La lucha por la igualdad de oportunidades

El reclamo del colectivo busca remediar una situación que afecta a "miles de docentes" en la provincia de Buenos Aires que han cursado la carrera docente a un ritmo diferente al de los estudiantes promedio, que cuando egresan de la secundaria, a los 18, comienzan a estudiar y se reciben cinco años después. Se trata de personas que han comenzado más tarde o que han tenido interrupciones o demoras a lo largo de la cursada, generalmente motivadas por su situación económica.

"Mi carrera fue muy pausada", cuenta Gabriela Aliano, integrante del colectivo, y agrega: "Metía las materias que podía, en el tiempo que podía". Gabriela tiene 52 años y prevé recibirse este año, ya que le faltan dos materias. Había comenzado a estudiar en 2009, pero tuvo que dejar la carrera para trabajar y cuidar de su madre, que estaba enferma.

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Gabriela Aliano está por recibirse de docente y es miembro del Colectivo Contra el Edadismo en la Educación.

Gabriela Aliano está por recibirse de docente y es miembro del Colectivo Contra el Edadismo en la Educación.

Desde que era una niña, Gabriela sueña con ser maestra: "No me imagino haciendo otra cosa", afirma. En 2018 pudo retomar el estudio y comenzó a cursar en la medida en que su trabajo y la crianza de su hija se lo permitían. Hoy en día toma horas como suplente. Eso le permite sumar puntaje, al igual que los cursos que realiza.

Cuando cursaba el tercer año de la carrera se enteró junto a sus compañeras de que no iba a poder trabajar -en ese entonces, tampoco podía anotarse en los listados no oficiales- y se desesperó. "¿Qué voy a hacer? ¿Dejo la carrera?", se preguntaba al tiempo que lamentaba "perder tantos años de esfuerzo". Tras hablar con docentes entre los que se encontraba Fontana, decidieron organizarse para reclamar. Otras en su misma situación abandonaron.

Desde que comenzó la lucha del colectivo, han reclamado por cuatro docentes ante la Justicia, que les dio la razón en dos casos e interpuso una medida cautelar en un tercero, permitiendo que se inscribieran en los listados oficiales. Ahora aguaran las novedades en la cuarta demanda. Si bien fueron avances positivos, tanto Gabriela como Juan Manuel reconocen que son soluciones individuales. "Tiene que poder ser un derecho que el sistema debe reconocer para todas", reclama el docente.

Para que la solución sea para todos, es necesario modificar el Estatuto Docente por medio de una ley y ese es el próximo paso que buscan dar, para lo cual necesitan apoyo de legisladores y también de la sociedad. Con ese objetivo se preparan para arremeter con su reclamo de igualdad de oportunidades en la docencia.

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