En la madrugada del lunes, un violento robo tuvo lugar en una casaquinta de Villa Elisa, ubicada en la calle 421 entre 15 y 16. Tres ladrones irrumpieron mientras dormían un matrimonio de 78 y 76 años, y su amiga de 68, quien estaba de visita desde Bariloche. Los golpearon y maniataron, llevándose dinero en efectivo y otros objetos.
Según relató la dueña de casa, el hecho ocurrió entre las 3.30 y las 4 de la mañana, cuando los asaltantes ingresaron tras levantar la persiana de una ventana trasera. Los tres portaban pasamontañas, barbijos y guantes, mientras un cuarto cómplice los esperaba en un auto gris. La mujer y su esposo fueron golpeados, mientras que los ladrones exigían dólares y amenazaban con violencia extrema para encontraban una caja fuerte.
En total, la banda se llevó 1.800 dólares y 150.000 pesos. También intentaron llevarse un auto, pero lo abandonaron en la vereda y escaparon en su vehículo. Los intrusos demostraron manejar tecnología al desactivar sensores de alarma y desbloquear teléfonos de las víctimas. Durante las tres horas que duró el robo, los delincuentes revolvieron toda la casa y dejaron un gran desorden.
El caso fue caratulado como "robo calificado y privación ilegítima de la libertad" y quedó a cargo de la Fiscalía en turno de La Plata. Hasta el momento no se reportaron detenidos en relación con el hecho.
Horas de graves amenazas en Villa Elisa
El violento robo en la casaquinta de Villa Elisa incluyó graves amenazas a las tres víctimas. Los delincuentes insistieron en encontrar una supuesta caja fuerte y cuando la dueña de casa explicó que no tenían, uno de los ladrones advirtió que, si descubrían que mentía, "les cortarían los dedos". Durante las tres horas que permanecieron en el lugar, los asaltantes registraron cada rincón de la vivienda, desarmando muebles, tirando cajones y hasta revisando una estufa a leña.
Los ladrones, además, demostraron estar bien organizados. Apenas ingresaron, desactivaron los sensores de alarma que estaban distribuidos por la casa y luego desbloquearon los teléfonos celulares de las víctimas, dejándolos en diferentes sectores de la propiedad. La familia destacó que los asaltantes tenían conocimientos tecnológicos y que uno de ellos les comentó que provenían de la zona bonaerense de San Martín.