Un cartel colocado en un árbol de 29 y 37 avisa "Zona liberada, vecinos armados" y evidencia el hartazgo de los residentes del barrio La Loma, quienes padecen robos a toda hora y denuncian ausencia policial. Ante la consulta de 0221.com.ar, los vecinos dan cuenta de más de un robo padecido en carne propia o por un tercero y coinciden en que debieron asumir la obligación de resguardarse entre ellos.
"La semana pasada intentaron robar en la casa de acá enfrente", cuenta Silvana Perilli, vecina de la calle 29 y agrega: "Fue justo cuando pasó el robo de la esquina", en referencia al hecho que motivó la colocación del cartel.
La decisión de ocuparse por sí mismos de la seguridad de sus familias y sus hogares se precipitó tras un robo reciente a una casa ubicada en la misma cuadra, durante la madrugada, en ausencia de sus dueños. Los delincuentes arrancaron una ventana y se llevaron un televisor, una alianza de oro y documentación personal, entre otros objetos de valor.
La temor en primera persona
La mujer sostiene que esta situación se ha tornado habitual desde hace aproximadamente seis meses, cuando los robos se incrementaron y el patrullaje policial disminuyó: "Tenemos la comisaría Cuarta acá cerca (en diagonal 73 entre 21 y 22) y cada tanto pasan, pero yo siento que es como si no pasaran".
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Empleados de una conocida empresa de seguridad ofrecen sus servicios en La Loma.
Silvana se encontraba en la puerta de su casa, junto a otra vecina, observando el movimiento de un barrio que amaneció con la visita de medios nacionales, que se hicieron eco de la noticia del cartel. En esta mañana atípica, también había una especie de cuadrilla de empleados de una reconocida empresa de seguridad, ofreciendo puerta a puerta su servicio de alarmas.
Según ella, los delincuentes que tienen en jaque al barrio serían "un grupito de chicos que marcan casas, esperan que la gente se vaya y entran". La vecina que la acompaña, Marcela, explica que esas marcas aparecen de diferentes maneras en las fachadas de sus casas: "Marcan con tizas, pañales, o dejando botellas de gaseosas en los canastos de la basura".
Agrega que el año pasado intentaron entrar en su casa pero logró llamar a la Policía y que los delincuentes huyeran. Después de eso, puso alambre de púas, comenzó a usar gas pimienta al salir a la calle y comenzó a tomar clases de defensa personal femenina. Ambas viven en la misma cuadra que, hasta el momento, no cuenta con alarma vecinal porque no llegaron a ponerse de acuerdo.
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Silvana Perilli y Marcela, vecinas de La Loma, relatan hechos de inseguridad constante.
Foto: AGLP
María Guzmán también vive sobre 29 entre 37 y 38 y el año pasado sufrió dos intentos de robo por parte de motochorros. La primera vez fue un domingo a la mañana, cuando volvía de comprar facturas, una moto se le cruzó en el camino y un delincuente la amenazó con dispararle si no entregaba todo lo que tenía. María cuenta que, a la segunda amenaza, se dio cuenta de que no estaban armados y gritó para que llamaran a la Policía, motivando su huida.
Meses después, también mientras hacía mandados, se le cruzó otra moto con dos ocupantes que le exigieron lo mismo, pero esta vez le pegó una patada al vehículo, que cayó al piso, descolocando a los dos ladrones, que desistieron. "Lo hice de arriesgada", reconoce la señora.
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Los vecinos denuncian zona liberada en La Loma y el barrio está convulsionado
Armados contra la inseguridad en La Loma
Tras la colocación del cartel que advierte a los delincuentes que los vecinos están armados, surge la duda acerca de qué tan expandido está el uso de armas en esta zona de La Plata. Los vecinos consultados por 0221.com.ar desconocen hasta qué punto el cartel advierte o simplemente intenta disuadir.
"Si veo a uno, le tiro", afirma Juan Andrada, que lleva décadas viviendo en el barrio y administra el grupo de Whatsapp que integran casi 30 residentes de la cuadra que comparten la alarma vecinal. Luego reconoce que, en realidad, no le gustan las armas.
Quien sí tiene un arma y está a favor de su uso en legítima defensa es Alfredo Drocchi, que se presenta como juez penal retirado tras desempeñarse durante 27 años en La Matanza. Desde hace un año vive sobre la calle 37 y forma parte de la alarma vecinal de su cuadra.
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Alfredo Drocchi (izquierda) y Juan Andrada hablan sobre el uso de armas y la alarma vecinal en La Loma.
Foto: AGLP
"Los padres de la Constitución de Estados Unidos, de la cual somos tributarios, han otorgado ese derecho al ciudadano", explica y agrega: "Si el Estado no te defiende, vos tenés derecho a defenderte". Drocchi aclara que el uso de armas por parte de los ciudadanos debe hacerse conforme a lo que dicta la ley: "Tiene que ser un arma registrada y en manos de quien es idóneo". En cuanto a los intentos de linchamientos, que son cada vez más comunes en la ciudad, este vecino de La Loma está en desacuerdo.
Hasta el momento no han solicitado formalmente la intervención de las autoridades municipales o provinciales en el tema. En la opinión del exjuez, el problema podría solucionarse mejorando el patrullaje: "La Policía se hace, hay que formarla", sostiene, en relación a la educación que reciben los cadetes y agrega: "Hay gente muy jovencita patrullando, que no está formada y pasa pero no rastrilla: pasan mirando el celular".
Comerciantes en guardia
Rodrigo Bondanza tiene su peluquería en la esquina de 37 y 30 y coincide con sus vecinos en que en los últimos meses el problema de la inseguridad se agudizó.
"La semana pasada vinieron dos con gorrita, en moto, a cortarse el pelo y me dio miedo atenderlos", recuerda.
El hecho de sentirse en riesgo hace que los vecinos se mantengan en alerta y sospechen de cualquier desconocido, especialmente de quienes andan en moto, son jóvenes y usan gorras y ropa deportiva. "Si me roban una máquina son 300 mil pesos, como mínimo", agrega.
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Sin embargo, las apariencias engañan. El peluquero cuenta que ambos jóvenes solo querían cortarse el pelo y agrega que, hace un año atrás, un hombre entró de traje y corbata a un almacén cercano, compró y, a la hora de pagar, abrió su maletín y sacó un arma con la que se llevó el dinero de la caja.
"Hoy no podés decir: 'ah como viene de traje no me va a robar'", concluye.
Los antecedentes de inseguridad en La Loma
En abril del año pasado, una adolescente había sido víctima de un ataque en pleno día por parte de dos motochorros, quienes la amenazaron en esa misma esquina (29 y 37) hasta que dejó caer su mochila.
Previamente, en agosto de 2023, una familia que vive en la cuadra había sido despojada de una caja fuerte con 42.000 dólares, 3.000 euros y otros objetos de valor. En aquella ocasión, los delincuentes ingresaron al domicilio cuando no había nadie y revolvieron el lugar dejando toda la vivienda desordenada.
En tanto que, la semana pasada, otro grupo de vecinos del barrio La Loma denunció la presencia de una banda de tres jóvenes que sustrajo una bicicleta de una propiedad de 42 entre 29 y 30, y al otro día volvió a aparecer merodeando por la zona.
El cartel colgado en 27 y 39 -que más tarde, este mismo martes fue retirado- es un reflejo de la frustración de los vecinos de La Loma, que ya no saben cómo defenderse ante la creciente ola de robos. La falta de respuesta por parte de las autoridades y el temor a que los delincuentes sigan actuando libremente ha llevado a algunos a analizar la posibilidad de tomar la situación en sus propias manos.