La Justicia avanza en la investigación por la muerte de Andrea Rojas Murillo, una mujer chilena de 53 años fanática de Virus, que murió en la casa del guitarrista del grupo Julio Moura. En ese marco, siguen analizándose los teléfonos, redes sociales y una computadora que podría determinar un elemento que sería clave en el futuro procesal del músico: si la práctica sexual que le costó la vida a la mujer fue consentida o no.
En ese marco, el objetivo principal de las pericias es establecer el consentimiento en el contexto de las prácticas sexuales vinculadas al hecho. Como ya informó 0221.com.ar Moura será examinado mediante análisis psiquiátricos y adempas se buscará esclarece si hubo negligencia, dolo o un accidente fatal por parte del artista.
Como también ya se informó, el informe de la autopsia reveló que la mujer murió por “compresión cervical extrínseca producto de ahorcadura”. Fue durante la madrugada del 3 de enero, cuando su cuerpo fue hallado en la casa de Moura en Villa Elisa con una soga atada al techo. La versión que inmediatamente dio el músico apunta a un juego sadomasoquista que habría salido mal.
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Julio Moura en el living de la casa donde murió Andrea Rojas Murillo
Pericias y escenarios judiciales
Los funcionarios judiciales que investigan las circunstancias del hecho deberán determinar qué tipo de cargos podría enfrentar Moura. Como ya adelantó este portal, las posibilidades incluyen desde homicidio culposo, con penas de hasta 6 años de prisión en caso de agravantes, hasta homicidio con dolo eventual, que podría significar una condena de entre 8 y 25 años si se prueba que el músico previó el riesgo y continuó con la acción.
La familia de Rojas Murillo, la mujer que había viajado desde Chile para encontrarse con el guitarrista, insiste en el esclarecimiento del caso. Mientras tanto, el consulado chileno trabaja en la repatriación del cuerpo.
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La víctima, Andrea Rojas Murillo
Claves en la autopsia y las pericias
La “compresión extrínseca cervical producto de ahorcadura” que surgió de la autopsia como causa de la muerte es un dato fundamental para la investigación, ya que coincide con la hipótesis inicial que sostiene que la muerte ocurrió durante el inicio de una práctica sexual.
Las pericias avanzan por un lado sobre los teléfonos celulares de la víctima y de Julio Moura, así como una notebook encontrada en la casa del músico, para reconstruir el vínculo entre ambos y su contexto íntimo. Uno de los objetivos es determinar si ambos tendrían un perfil que coincida con la práctica sexual que el guitarrista alega estaban llevando a cabo.
También las redes sociales de ambos son objeto de estudio, con el fin de preservar y examinar sus perfiles en busca de pruebas que puedan confirmar o descartar esa versión.