La Justicia continúa trabajando en el caso que tiene como principal acusada a Antontella Rocha, la joven de 22 años que fue denunciada por estafar a varios vecinos de Ensenada.
La Justicia continúa trabajando en el caso que tiene como principal acusada a Antontella Rocha, la joven de 22 años que fue denunciada por estafar a varios vecinos de Ensenada.
En ese marco, el secretario de Seguridad y Justicia de ese municipio, Martín Slobodian, le dijo a 0221.com.ar que "se está esperando la respuesta de los oficios de la causa donde ella es la imputada como estafadora".
A su vez, indicó que "se mandaron oficios a la Dirección General de Justicia, a la Dirección de Personas Jurídicas y al Banco Central, que es quien maneja todas las billeteras virtuales, para ver los movimientos de plata de las cuentas y también a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para determinar si Rocha era una operadora financiera".
En ese sentido, el funcionario ensenadense destacó que el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción Judicial (UFIJ) N° 8 a cargo del caso, Martín Almirón, "adelantó tiempo presentando los oficios y ahora se aguarda para ver quiénes son los titulares de las cuentas involucradas". Además, agregó que es de vital importancia saber "dónde fueron los giros y a qué cuentas fueron pasando las identidades".
Lo cierto es que Ensenada es un polvorín y la furia no cede. Tal como viene informando 0221.com.ar, varios vecinos decidieron hacer justicia por mano propia contra la acusada, sus familiares y también apuntaron contra su pareja.
En ese marco, Rocha rompió el silencio y en diálogo con este medio detalló cómo funcionaba el mecanismo que la hizo famosa en su ciudad en apenas tres meses. Todo comenzaba con una inversión de al menos $5.000, aunque en ocasiones podía llegar a aceptar menos "para ayudar a quienes lo necesitaban" -según explicó- y no por caridad sino porque le permitía generar una ganancia; y luego en un plazo de una semana a diez días devolvía ese dinero duplicado. Con el tiempo, sin embargo, el porcentaje cayó al 70%, "porque sino, no me quedaba ganancia", detalló.
Gracias al éxito inicial, tanto los montos como la cantidad de inversores comenzaron a crecer vertiginosamente, impulsado por el boca a boca. Antonella negó deber una cifra millonaria y también desmintió que sus acreedores sean más de 5.000 personas, como trascendió en los últimos días y sospecha de la propia Justicia. Además, sostuvo que a muchos de los que hoy reclaman ya les devolvió todo su dinero.
Según afirma, siempre dejó en claro a sus clientes que el dinero se devolvería, pero todo se desbordó a partir de un grupo de WhatsApp en el que varios de sus acreedores comenzaron a planear ir a cobrarle a la casa y una persona envió una foto de ella, saliendo del domicilio con una valija y sus dos perros. "Nunca fue mi plan irme y arruinar familias. Pero también quiero que se pongan de mi lugar: yo sí perdí absolutamente todo y va a costar arrancar de vuelta y no solamente yo, mi familia también. Pero si me hubiese querido ir, ya me hubiese ido a cualquier lado", completó.
Lo cierto es que, por estas horas, la Justicia avanza en distintas líneas para tratar de determinar quiénes eran los titulares de las cuentas a dónde giraba el dinero.