viernes 29 de marzo de 2024

Atentado contra Cristina: rechazan la excarcelación del líder de "La banda de los copitos"

El acusado está siendo investigado como presunto jefe de la organización que planificó el ataque contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.

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La Cámara Federal porteña rechazó el pedido de excarcelación a Nicolás Gabriel Carrizo, uno de los acusados de participar en la organización del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner y de tratar de esconder prueba incriminatoria.

Los jueces del tribunal de apelaciones confirmaron la decisión que había tomado la jueza federal María Eugenia Capuchetti, cuando le negó la excarcelación al cuarto detenido en la causa que investiga el ataque contra la vicepresidenta, perpetrado el 1° septiembre pasado.

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El líder de “La banda de los copitos” está detenido desde el 14 de este mes y se hizo conocido cuando acompañó en un móvil del noticiero del canal Telefé a Brenda Uliarte, procesada por tentativa de homicidio. En ese momento, Carrizo se mostró con otros integrantes del supuesto grupo de vendedores de copos de nieve.

Los jueces de la Sala I de la Cámara Federal porteña aseveraron que la eventual recuperación de la libertad por parte del imputado podría poner en riesgo la investigación que se encuentra todavía en una etapa en la que se busca determinar si hubo más personas involucradas en el hecho. "Se verifica la existencia de peligros procesales que, de momento, no pueden ser neutralizados a través de otros medios menos lesivos para los derechos del imputado", sostuvieron los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, en el fallo de siete páginas. Y remarcaron: “Se encomienda a la magistrada de grado a que -con la premura que exige el caso- decida la situación procesal del encartado, avance este que eventualmente permitiría reevaluar el temperamento aquí adoptado, ponderando situaciones fácticas y probatorias no abarcadas en el marco de un planteo excarcelatorio como el aquí analizado".

El juez Mariano Llorens, por su parte, votó en la misma dirección que sus colegas y resaltó que "aún restan realizar medidas de prueba -tales como peritajes de teléfonos, entrecruzamiento de llamados, etc- todo lo cual permitiría terminar de esclarecer los hechos objeto de investigación, así como también develar la eventual participación de terceras personas en aquellos".

Es importante señalar que Carrizo fue imputado por el fiscal Carlos Rívolo de ser partícipe necesario en los delitos de homicidio en grado de tentativa, agravado por haberse cometido con alevosía, premeditación y por el empleo de un arma de fuego, y por la supuesta falsificación de documentos públicos.

Durante su defensa, el acusado manifestó ante el tribunal que suele “hacer jodas muy pesadas”, en un intento de sostener que los mensajes que envió minutos después del fallido atentado eran una broma que le hizo a su hermanastra y no parte de un plan para asesinar a la vicepresidenta.

El abogado defensor, Gastón Marano, reclamó su excarcelación argumentando que su cliente siempre estuvo a derecho, entregó su celular y la clave de acceso de forma voluntario. También indicó que no intentó darse a la fuga.

Ante el primer planteo que había hecho Carrizo en busca de recuperar la libertada, Capuchetti había remarcado la existencia de riesgos procesales concretos que se desprendían de la propia actitud del imputado, según surge en constancias de la investigación. "Cobra especial relevancia la actitud que puede revelarse a través de las comunicaciones que Nicolás Gabriel Carrizo sostuvo con posterioridad al hecho investigado, en el marco de las cuales hizo referencia al ocultamiento de elementos vinculados con la presente investigación, las cuales son materia actual de investigación", sostuvo la jueza.

En ese punto, la magistrada recordó el diálogo extraído del celular del propio Carrizo en el que el imputado le decía a una persona que tenía agendada como "Andrea": "Mira no sé si es una buena noticia pero el arma con la que intento ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto... recién hable con la novia y la tiene ella así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar".

Fuentes allegadas al caso recordaron que Carrizo quedó más comprometido en la investigación cuando la justicia detectó que tenía en su celular un mensaje en el que se afirmaba la voluntad de "matar al jefe de La Cámpora". "Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora esta vez", "Están llegando todos. Vamos a tener una reunión grupal", fueron los mensajes que le mandó a una persona agendada como 'Jony White', tan solo dos horas después del fallido ataque contra la exjefa de Estado.

Los mensajes salieron del celular del cuarto detenido por el ataque a la vicepresidenta a las 23.40 del 1de septiembre y no serían los únicos que lo comprometen en la causa en la que se investiga el intento de magnicidio.

El receptor del mensaje, 'Jony White', es una persona de estrecho vínculo con Carrizo cuya identidad se mantendrá reservada para no frustrar medidas de prueba en curso en la investigación.

Cuando se presentó con Uliarte ante las cámaras de Telefé, Carrizo se presentó como el dueño de la máquina de hacer los copos de azúcar que vendían "Ámbar" y su novio, Fernando Sabag Montiel, el hombre que apuntó y gatilló a la cabeza de la vicepresidenta con una pistola Bersa calibre .32 que tenía cinco balas en el cargador.

Entre los mensajes que le exhibieron el día de su indagatoria, figura un diálogo con su hermanastra "Andrea", a quien la misma noche del atentado fallido le dijo que el ataque debió haberse concretado en otra fecha y que él le había aportado a los agresores una pistola de un calibre diferente al que finalmente utilizaron. "Estuvo muy cerca, falló el arma, no lo entiendo andaba bien", se lamentó el acusado en un intercambio de mensajes.

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