El rechazo de las cuentas municipales en el Concejo Deliberante de Berisso desató una crisis política en el oficialismo, tras la votación dividida en el seno del bloque del Frente de Todos, que terminó haciendo caer ese expediente clave para cualquier municipio. ¿Qué consecuencias podría traer para el intendente Fabián Cagliardi?
La normativa vigente, la ley 10869, establece que el intendente debe presentar la rendición de cuentas al 31 de marzo de cada año y que el Concejo Deliberante tiene 60 días para aprobarlo. El Ejecutivo además debe girar el expediente al Tribunal de Cuentas de la provincia, que es quien audita los números y determina si está todo en regla y puede definir multas y sanciones, como también requerir documentación extra al municipio.
El miércoles, el Concejo Deliberante rechazó la rendición de cuentas 2021 que elevó Cagliardi por 11 votos a 9. Aunque se esperaba que el bloque de Juntos votara en contra, la sorpresa la dieron cuatro concejales del Frente de Todos que le bajaron el pulgar a las cuentas municipales.
Los ediles Alejandro Paulenko, Jorge Suárez y Vanesa Queyffer, junto a Agustín Celi del bloque Frente Renovador, votaron en contra y argumentaron que el municipio no había otorgado documentación suficiente para poder evaluar la ejecución del gasto en 2021, que no se presentaron las rendiciones trimestrales y que no hubo explicación sobre el incremento de la deuda local por hasta 800 millones de pesos.
"El Tribunal pondrá la lupa en lo que objetó el Concejo Deliberante", sostuvieron desde la oposición y se mostraron confiados en que el rechazo, más allá de que no tiene ningún efecto legal, sí derivará en que se auditará si el gasto se ejecutó bien o no.
Más allá de las objeciones contables, lo que dejó el rechazo a las cuentas de Cagliardi es la exposición de la grieta en el bloque de concejales oficialista que podría complicar al jefe comunal -que hasta ahora tenía mayoría con 12 ediles sobre 20- con los expedientes que envíe de ahora en más al Deliberativo. La concejal Queyffer ya se había distanciado de Cagliardi a mediados de 2021 cuando, en plena campaña, decidió abrir su propio espacio "Soberanía militante" y reunció al cargo de presidenta del Concejo Deliberante con reproches al intendente por su forma de gestionar, por la ampliación de la planta política y por la falta de información. No obstante, la edil sigue en el bloque.
Los que sorprendieron con su voto fueron los concejales Paulenko y Suárez, quienes responden al secretario general del SUPEH, Ramón Garaza, quien fue hasta abril el presidente del PJ local. Ese cargo lo ejerce ahora el propio intendente.