Sergio Alfieri contó cómo fue el último instante con vida del papa Francisco y explicó que tras sufrir un derrame "no reaccionaba ni a los estímulos dolorosos".
El doctor Sergio Alfieri, jefe del equipo médico que trató al papa Francisco durante su última internación en Roma por una neumonía bilateral, relató cómo fueron los instantes finales del sumo pontífice, quien falleció el lunes a los 88 años tras sufrir un derrame cerebral.
"Entré en su habitación y tenía los ojos abiertos, pero no respondía. Tampoco reaccionaba a los estímulos, ni siquiera a los dolorosos. En ese momento comprendí que no había nada más que hacer. Estaba en coma", contó el profesional en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera.
En un texto inédito escrito antes de fallecer en el Vaticano, el papa Francisco reflexiona sobre la vejez, la muerte y la vida eterna como un nuevo comienzo.
El papa Francisco murió a los 88 años dejando conmovedores gestos, como su despedida al enfermero que lo acompañó en los momentos más duros en el Vaticano.
El derrame ocurrió durante la madrugada del lunes, según notificó Massimiliano Strappetti, enfermero personal del Papa. El médico llegó al lugar apenas 20 minutos después del aviso, pero ya era demasiado tarde. Francisco murió a las 07.30 (hora local) en su residencia del Vaticano.
Alfieri también explicó que un nuevo traslado al hospital era inviable: “Corríamos el riesgo de que muriera en el traslado. La hospitalización habría sido inútil. Strappetti sabía que el papa quería morir en casa, siempre lo decía cuando estábamos en el Gemelli”. El pontífice había regresado al Vaticano el 23 de marzo, luego de permanecer cinco semanas internado por una infección respiratoria compleja.
Tras su fallecimiento, el cardenal Pietro Parolin llegó a la residencia papal y rezó el rosario junto al personal de la casa pontificia. “Le di una caricia, como despedida”, agregó Alfieri conmovido.
Sobre la causa de la muerte, el médico explicó: “Fue uno de esos infartos que te llevan en una hora. Tal vez un émbolo ocluyó un vaso sanguíneo del cerebro, o se produjo una hemorragia. Son eventos comunes, sobre todo en personas mayores y con poca movilidad”.
Alfieri cerró su testimonio remarcando la actitud del Papa en sus últimos días: “Nunca se expuso al peligro. Es como si, acercándose al final, hubiera decidido hacer lo que tenía que hacer. Como aquel Domingo de Resurrección, cuando aceptó recorrer la plaza San Pedro entre la multitud”.