Un decreto gubernamental limitó el acceso a la ciudadanía italiana por descendencia. Desde el sábado, solo hijos y nietos de ciudadanos italianos podrán obtenerla de forma automática. La medida fue aprobada por el Consejo de Ministros liderado por Giorgia Meloni.
Hasta ahora, la legislación permitía que descendientes de tercera o cuarta generación accedieran a la ciudadanía. Según datos oficiales, entre 60 y 80 millones de personas en el mundo estaban habilitadas. Solo en Argentina, 50.000 personas la obtuvieron entre 2023 y 2024.
Con la nueva normativa, los consulados ya no gestionarán solicitudes. La tramitación pasará a una unidad especial dependiente de la Cancillería italiana, que tendrá un plazo de 48 meses para expedirse. Mientras tanto, los turnos fueron suspendidos.
ciudadanía italiana
El gobierno de Giorgia Meloni anunció nuevas restricciones para acceder a la ciudadanía italiana
¿Qué hacer si estabas tramitando tu ciudadanía italiana?
Abogados recomiendan que quienes cumplan con los requisitos y ya cuenten con la documentación inicien acciones legales. Entre los papeles exigidos están las partidas traducidas al italiano, DNI, y comprobante de domicilio. En ciertos casos, será necesario iniciar juicio en Italia.
Además, se estableció que para acceder a la ciudadanía por matrimonio se requerirá una residencia de al menos dos años en Italia. Hasta ahora, bastaba con aprobar un examen de idioma italiano. También se incrementó el arancel del trámite: pasó de 640 a 700 euros.
Crecimiento exponencial de emisión de ciudadanías italianas
El Ministerio de Asuntos Exteriores informó que la cantidad de personas que obtuvieron la ciudadanía en el extranjero aumentó exponencialmente en los últimos años. En Argentina, los reconocimientos pasaron de 20.000 en 2023 a 30.000 en 2024, mientras que en Brasil y Venezuela también hubo un fuerte incremento.
Hasta ahora, la ley vigente desde 1992 permitía que descendientes de italianos hasta la cuarta generación accedieran a la ciudadanía. Sin embargo, el decreto busca reducir este derecho y descomprimir la saturación en los consulados. Además, el reconocimiento de la ciudadanía podría dejar de gestionarse en los consulados locales y centralizarse directamente en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Roma.