Los hechos de inseguridad ocurridos en los primeros meses se reflejaron en las calles de La Plata este miércoles. Vecinos de distintos barrios se movilizaron.
Decenas de vecinos de distintos barrios de La Plata marcharon este miércoles para protestar contra la inseguridad. La caravana, que copó las calles del centro platense, estuvo encabezada por el papá de Kim Gómez, Marcos, quien se sumó a la movilización tras el asesinato de su hija en Altos de San Lorenzo.
La manifestación, que comenzó a ser organizada en enero tras una seguidilla de robos y asesinatos; partió desde Plaza Moreno a las 12 y avanzó hasta la Gobernación, pasando por el Ministerio de Seguridad provincial, con el reclamo de medidas urgentes contra el delito.
La Justicia dispuso la libertad de uno de los primeros arrestados por el homicidio en La Plata. En paralelo, un nuevo sospechoso quedó bajo investigación.
La familia supo de él por última vez a el 10 de marzo a las 14, cuando fue visto en Villa Elvira. Es un cordobés que venía a La Plata a visitar a sus parientes.
Según indicaron los organizadores, el objetivo fue pedir "más presencia policial en los barrios, sacar a la calle las 750 patrullas guardadas en la (Escuela Juan) Vucetich y bajar la edad de imputabilidad". Además, entregaron un petitorio al gobernador exigiendo acciones inmediatas.
Decenas de personas caminaron con carteles y banderas, y todo tipo de elementos para manifestarse en contra de la falta de acción del gobierno local y provincial.
Vecinos de Los Hornos, Altos de San Lorenzo, El Mondongo, Tolosa, Gambier, City Bell, Gonnet, Villa Elisa, Villa Elvira y Melchor Romero se sumaron a la caravana en busca de un cambio real en la seguridad.
"Ya no queremos más oídos sordos a nuestros reclamos", expresó Domingo Novello, referente de El Mondongo, en relación a la falta de respuestas de las autoridades locales y provinciales.
Además de una mayor presencia policial, los organizadores reclamaron la reactivación de los patrullajes y la asignación de más recursos para combatir la delincuencia en los barrios. En un contexto en el que los delitos no cesan, la movilización se convirtió en una nueva oportunidad para que los vecinos hicieran oír su voz y exigieran decisiones concretas y efectivas.