Después de más de tres décadas en La Plata, el comerciante baja la persiana de su negocio a pasos de Plaza Moreno. "Hoy, con mucho dolor, cierro", expresó.
Después de 31 años de actividad, el tradicional autoservicio "El Tano" bajará las persianas La Plata. El emblemático local de 54 entre 11 y 12 le dice adiós a los miles de vecinos que recorrieron sus pasillos y, por supuesto, disfrutaron de sus sándwiches preparados en el momento y para comer al paso.
"El dueño del local necesita expandir su emprendimiento y vendió el lugar", explicaron los dueños del comercio a 0221.com.ar, quienes además dijeron que la despedida no guarda relación con la crisis económica que enfrenta el país. A los 53 años, Gerardo inicia una nueva etapa y deja atrás años de trabajo ininterrumpido.
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El Tano, como lo conocen todos en el barrio, contó que la historia del ya mítico espacio comenzó en 1994, cuando la familia transformó un kiosco familiar en una fiambrería. "Nos fue muy bien, muchos años. Y hoy, con mucho dolor, cierro", sostiene hoy sobre la dura decisión que le tocó tomar.
A lo largo de esa historia, él y su familia debieron enfrentar todo tipo de situaciones: desde piquetes y quema de cubiertas en Plaza Moreno hasta todo tipo celebraciones populares. "Vimos a la Selección salir campeona. Vimos de todo", sostiene recordando todos los años que lleva al frente del local.
El comerciante destacó que muchos vecinos del barrio pasaron por su mostrador. "Nos pasa que paran con el auto y les dicen a los hijos: 'De acá mamá y papá compraban sanguchitos cuando estudiaban'", relata y recuerda además a los clientes habituales de oficinas, medios de comunicación y bancos de la zona.
Pero no siempre todo fue color de rosas. "Fue dura, se hizo largo", remarca sobre la pandemia, uno de los momentos más difíciles que les tocó afrontar; y añade: "Como servicio esencial siempre estuvimos abiertos, pero los costos del centro fueron altos. Siempre tuvimos a todos los empleados en blanco, y fue difícil sostenerlo". A pesar de todo, "El Tano" celebra que aún en aquel momento no tuvieron que despedir a nadie.
La trágica inundación del 2013 fue otro de los duros momentos que les tocó afrontar. En aquel momento la pareja vivía en Berisso y cuando comenzaron las lluvias fuertes en La Plata se vieron imposibilitados de salir de la vecina ciudad para llegar hasta su local. "Estaban todas las calles llenas de agua y recién pude volver al día siguiente", cuenta y agrega que, milgrosamente, su comercio no sufrió grandes daños ni pérdidas. En aquellos días, sin embargo, conoció la historia de muchos vecinos afectados y se sumó a la solidaridad de los proveedores para abastecer a la gente afectada por el temporal.
La cercanía con Plaza Moreno hizo que Gerardo y Marina, su esposa, vivieran durante estos 31 años muchos momentos sociales que recuerdan como si fuera hoy: fueron testigos de los festejos de la consagración en el Mundial de Qatar 2022, todo tipo de marchas y movilizaciones sociales, reclamos y celebraciones.
El histórico comerciante destaca que el mayor dolor de este cierre es "haber tenido que despedir a los empleados" que trabajan con ellos desde hace más de una década, destacando el trabajo de Daniel y Yamil, a quienes puede verse en el comercio junto a él y su esposa todos los días. La despedida también alcanza a sus clientes de toda la vida: "Hoy se despedían la gente de las Torres, fue emocionante", dice con un brillo en los ojos.
El negocio cerrará finalmente el lunes 31 de marzo y hasta el cierre definitivo solo atenderán el comercio el Tano" y su esposa, quienes pese a todo no dejarán el barrio, ya que continuarán gestionando el lavadero que se encuentra en esa misma cuadra.