Fernando Daverio y una partera fueron condenados por homicidio culposo y lesiones culposas, tras la muerte de una bebé y la histerectomía de su madre.
Quedó firme la condena al obstetra Fernando Daverioy a una partera de su equipo, Gestando entre Pares, tras la denuncia de Teresa Falcone y su esposo, Matías, por la atención negligente del embarazo y el parto, en 2017, que terminó con la muerte de la bebé y la histerectomía de su madre. El médico todavía debe afrontar un segundo juicio por otra denuncia radicada el mismo año.
Tal como informó 0221.com.ar, el obstetra había aceptado un juicio abreviado, al igual que la partera, Andrea Neira, y en los últimos días quedaron firmes las condenas. El médico recibió una pena de dos años, once meses y quince días de prisión condicional y ocho de inhabilitación para ejercer su profesión. Además, deberá realizar un curso de capacitación sobre violencia obstétrica, partos respetados y sufrimiento fetal. La partera, en tanto, recibió una condena de dos años y siete meses de prisión condicional y de cinco años y 10 meses de inhabilitación para ejercer.
El obstetra Fernando Daverio enfrenta dos juicios tras las denuncias por la muerte de una bebé, la histerectomía de su madre y la parálisis cerebral de otra bebé. Además, más de diez mujeres afirman que interrumpió la atención, días antes de sus partos, sin derivarlas.
Expacientes de Fernando Daverio, que lo conocieron antes de que se convirtiera en referente del parto respetado en La Plata, recuerdan haber recibido una atención contraria a la garantizada por la ley de parto humanizado. El paso del obstetra por el Instituto Central de Medicina.
Ambos fueron acusados de Homicidio culposo y Lesiones culposas tras la muerte de la bebé de Falcone quien, a pesar de tener factores de riesgo, fue atendida como una paciente sana durante el embarazo y no recibió la atención adecuada durante el trabajo de parto, tras romper la bolsa, lo cual desencadenó en un desprendimiento de placenta que terminó asfixiando a la beba y motivando la posterior extracción del útero y los ovarios.
Ahora la jueza Ana Belén Piccone, del Juzgado Correccional 3 de La Plata, ratificó la condena en la que había señalado que "todos los elementos de prueba recopilados acreditan un inadecuado tratamiento del desarrollo del último tramo del embarazo", y que hubo una "negligente vigilancia del trabajo de parto para conocer y monitorear el estado de la madre y de la beba".
La denuncia que motivó el juicio a Daverio y parte de su equipo fue radicada por Teresa Falcone y su pareja, en enero de 2018, con la representación de los abogados Alfredo Gascón, Miguel Ángel Molina y Jerónimo Gascón.
Cabe destacar que, en 2017, Fernando Daverio era uno de los obstetras más renombrados de La Plata por su propuesta acorde a la Ley de parto humanizado -sancionada en 2004- que garantiza una atención del embarazo y el parto respetuosa del proceso fisiológico, sin intervenciones médicas innecesarias y contemplando los deseos de la mujer y su familia.
Aunque esa ley debería aplicarse en todos los centros de salud públicos y privados, su cumplimiento es escaso. Teresa Falcone buscaba una atención no intervencionista y así llegó a Daverio, que atendía grupalmente a sus pacientes, junto a su equipo, Gestando entre Pares, en el que lo acompañaban una psicóloga, un pediatra y tres parteras. El control del embarazo se daba en encuentros en su consultorio de 38 esquina 12, que no contaba con la habilitación del Colegio de Médicos Distrito I de la provincia.
Falcone tenía factores de riesgo como la cicatriz de la cesárea en la que había nacido su hija de tres años tras un embarazo en el que tuvo presión alta; la pérdida de su segunda gesta -de cinco meses- ocurrida en 2015 y sus 38 años, pero recibió la misma atención que sus compañeras con embarazos sanos, a pesar de que la ley de parto humanizado sostiene que hay que adaptar los cuidados a las necesidades de cada mujer. El obstetra le indicó que podía tener un parto vaginal e insistió en varias oportunidades con que, incluso, podía tenerlo en su domicilio, algo a lo que la pareja siempre se oponía.
Finalmente, el miércoles 19 de abril de 2017, a las 5 de la madrugada, Teresa rompió la bolsa y avisó al equipo médico y recién recibió la visita de la partera a las 20, en su domicilio de Gonnet. Al día siguiente el dolor se acentuó y la pareja se preocupó e insistió para ir a un centro de salud pero no obtuvo respuestas favorables. Daverio se presentó a las 17 en su casa -junto a la partera y un médico aún no recibido de obstetra- e intentó practicar un parto vaginal, a pesar de la negativa de la pareja a ese tipo de nacimientos. La iniciativa no prosperó y Daverio se retiró.
La partera y el médico novato recomendaron baños de inmersión para aliviar el dolor, a pesar del riesgo de infecciones. En la bañera, cerca de las 21, Teresa sufrió un dolor agudo y gritó para que la llevaran a un hospital. Los profesionales indicaron que había tiempo para ir hasta la Clínica de la Comunidad de Ensenada, donde atendía Daverio. Una vez allí, el obstetra acompañó a Teresa hasta la habitación, donde insistió con que "era una pena que se perdiera el parto natural que tanto anhelaba" y le ordenó que pujara. Ella le gritó para que le hiciera una cesárea. En el quirófano, al hacer el corte, Daverio se sorprendió al ver que el útero se había desgarrado por un desprendimiento de placenta que asfixió a la bebé. Hubo que reanimarla en la neonatología y vivió solo unas horas, con daño cerebral severo.
Teresa fue operada por Daverio y la médica Alejandra Caporal, quienes le extrajeron el útero y los ovarios. Ambos profesionales fueron denunciados por lesiones culposas, por la extracción de los ovarios, todavía sanos, según las pericias, lo cual motivó una menopausia quirúrgica. A diferencia del obstetra, la médica prefirió ir a juicio oral.
En cuanto a esta acusación contra Daverio, la jueza le otorgó el beneficio de la duda al considerar que no existían pruebas suficientes y al tener en cuenta los argumentos del obstetra, quien declaró que los ovarios se veían necrosados (tejido muerto) y que no podía correr el riesgo de dejarlos ya que la paciente no iba a soportar una nueva operación en caso de ser necesaria. A su vez, la magistrada aclaró que "estas lesiones (...) se podrían haber evitado si Daverio y Neira hubiesen actuado desde el inicio conforme a la lex artis (conjunto de reglas técnicas a las que debe ajustarse el ejercicio profesional)".
Según las pericias, tras la rotura temprana de la bolsa, Teresa debía ser internada, con control de temperatura, pulso y latidos fetales, evitando tactos y baños de inmersión -que el equipo médico recomendó para aliviar el dolor-. También indican que si el trabajo de parto no comenzaba en 12 horas, había que inducirlo y que la placenta y el cordón estaban infectados.
En ese punto, Daverio no declaró en sede judicial cuál era el procedimiento adecuado ante la rotura de la bolsa ni especificó cuál fue su accionar en este caso puntual, al igual que tampoco lo hizo ante la consulta de 0221.com.ar, a pesar de que se le preguntó en varias oportunidades durante las dos entrevistas que se le hicieron en el marco de la investigación especial publicada en este medio que dio a conocer las denuncias en su contra.
Fernando Daverio enfrentará otro juicio por "lesiones culposas" por la parálisis cerebral de la hija de María José Suárez y Fernando Cipollone, que nació sin signos vitales, en junio de 2017, y fue reanimada durante casi media hora. En esa causa está acusado de desatender la desaceleración de crecimiento que mostraba una ecografía y que podía indicar problemas con la placenta. El abogado de la familia, Alfredo Gascón, sostiene que, de haberse constatado el diagnóstico mediante una ecodóppler, se tendría que haber practicado una cesárea, ya que la bebé no iba a contar con la oxigenación necesaria para un parto. La misma acusación pesa sobre la partera que atendió ese nacimiento.
En esa causa también está acusado de falsificar la historia clínica del embarazo. De momento, solo resta que se fije la fecha para el inicio del juicio.
En abril de 2017, tras el parto de Teresa, el equipo citó a Anabel Baldasarre y a la otra mujer del grupo de abril. A ambas todavía le faltaba dar a luz. Las parteras les informaron de la pérdida de Teresa y el shock de Daverio y agregaron que no iban a asistir sus partos, pero podían ir a la guardia del policlínico San Martín, donde tal vez estuviera el médico novato.
Ese mismo día el equipo convocó a las 12 mujeres del grupo que tenía fecha para mayo y les informaron que tampoco iban a poder atender sus partos. Aunque la Ley 26.529 de Derechos del Paciente establece que un médico "sólo podrá eximirse del deber de asistencia cuando se hubiere hecho cargo otro profesional", las 12 mujeres se fueron sin una derivación y con una lista de teléfonos de siete profesionales que hizo el equipo luego de que la exigieran. En enero de 2018 contaron su experiencia con Daverio y su equipo a través de un manifiesto publicado en redes sociales.
Por otra parte, a través de la investigación iniciada en 2020 y publicada en tres entregas en 0221.com.ar, se dieron a conocer testimonios de cuatro expacientes de Daverio -previos al año de los hechos denunciados- que daban cuenta de una atención contraria a la Ley de parto humanizado. También se informó sobre su paso por el Instituto Central de Medicina, entre 2013 y 2015, donde debió dejar de atender tras las quejas del equipo médico que indicaban que nunca avisaba sobre los partos en curso, motivando demoras y desorganización en la atención de pacientes que llegaban junto con él, con trabajos de parto avanzados.