El abogado de Ordoqui y la defensa de otro imputado recusaron a la jueza Crispiani y a los fiscales, alegando falta de imparcialidad y "lesión constitucional".
En la causa que mantiene detenido a Martín Ordoqui, exjuez de Casación bonaerense, las defensas presentaron nuevas recusaciones contra la jueza Carolina Crispiani y los fiscales Mariano Sibuet y Victoria Huergo, alegando irregularidades procesales, afectación de la imparcialidad judicial y temor fundado sobre el desarrollo del juicio.
En la causa judicial que mantiene detenido al exmagistrado del Tribunal de Casación Penal bonaerense, Martín Ordoqui, surgió una nueva controversia. Las defensas de los acusados presentaron nuevas recusaciones contra la jueza Carolina Crispiani y los fiscales Mariano Sibuet y Victoria Huergo, cuestionando la imparcialidad en el proceso y señalando "lesión constitucional" en sus intervenciones.
La Cámara Penal de La Plata rechazó el pedido de prisión domiciliaria de Martín Ordoqui, quien seguirá detenido en una cárcel de La Plata.
Según fuentes cercanas al expediente, Ordoqui está sospechado de formar parte de una compleja red de corrupción integrada por barrabravas, operadores judiciales, delincuentes, policías y empresarios. La causa investiga supuestos pagos de retribuciones ilegales a cambio de favores procesales y servicios de consultoría jurídica. Además de Ordoqui, se encuentra detenido el abogado Ricardo Ducid.
La nueva recusación fue presentada por César Albarracín, defensor de uno de los imputados, quien cuestionó la respuesta de Crispiani ante un anterior pedido de apartamiento. Criticó la decisión de la jueza de dar traslado del planteo al fiscal Sibuet y remitir el incidente a la Cámara Penal para sortear nuevos magistrados, cuando, según su interpretación, deberían resolver los jueces Patricio Gandulfo y Marcelo Girogis, colegas del tribunal para este juicio oral.
Albarracín también objetó el tono utilizado por Crispiani en su resolución, acusándola de intentar amedrentarlo y calificando sus advertencias como "inconducentes e inapropiadas". Sostuvo que las expresiones de la magistrada reflejan su disconformidad con los planteos legales realizados y recordó que ella misma había reconocido previamente la gravedad institucional del caso.
Por su parte, Alejandro Montone, abogado de Ordoqui, se sumó al planteo indicando que la jueza admitió sentirse injuriada por las recusaciones presentadas, lo cual, según Montone, compromete su objetividad y pone en riesgo la transparencia del proceso judicial.
El letrado destacó que, aunque no se pretendió ofender a la magistrada, el hecho de que manifieste afectación emocional implica un peligro para la equidad del juicio. A partir de esa percepción, argumentó la existencia de un "temor fundado" respecto del futuro desarrollo del juicio y solicitó formalmente la recusación de Crispiani.
Además, Montone se opuso a la participación del fiscal Sibuet en el incidente de recusación, entendiendo que su intervención afectó la igualdad de armas entre las partes y comprometió el principio constitucional de contar con un juez imparcial.
Las defensas subrayaron que las situaciones planteadas vulneran garantías fundamentales del proceso y que, por tanto, corresponde apartar a la jueza y a los fiscales implicados para preservar la legalidad del juicio.