Un crustáceo colorido y más grande que los que se encuentran habitualmente en la zona comenzó a aparecer con mayor frecuencia en la costas de Punta Lara y la situación comenzó a generar preocupación entre pescadores y vecinos. Se trata del cangrejo azul, cuya presencia a orillas del Río de la Plata encendió alarmas entre quienes desconocen su origen y comportamiento.
El Callinectes sapidus habitualmente vive en el mar, pero suele adaptarse a ambientes de agua dulce y se caracteriza por su fuerza y agresividad. La especie tiene una amplia distribución geográfica y se ha desplazado desde Estados Unidos a la Patagonia. Lleva muchos años asentado en la región. No es una invasora del ecosistema.
Pese a que su presencia no implica un peligro inmediato, la cantidad de ejemplares que han aparecido en el último tiempo genera interrogantes. La bióloga e investigadora del Instituto de Limnología (ILPLA) dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Karine Delevati, explicó a 0221.com.ar que "no sabemos aún si esta mayor densidad poblacional podría alterar el equilibrio ecológico en los ambientes donde no solían verse en tanta cantidad".
La especialista detalló que "es difícil saber por qué crecen las poblaciones". "Puede deberse al cambio climático o a un aumento en la disponibilidad de alimentos por residuos orgánicos", ahondó al respecto y, en la misma línea, argumentó: "Puede ser que haya aumento en la temperatura del océano como consecuencia del cambio climático, y eso hace que les posibilite unas mejores condiciones de reproducción, de vida y de supervivencia. O que por algún tipo de desechos orgánicos, cloacales o cosas así, aumente la productividad de los ambientes y eso genere más recursos alimentarios para ellos".
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El cangrejo azul es un crustáceo colorido y de gran tamaño, que habitualmente vive en el mar pero suele adaptarse a ambientes de agua dulce.
"Necesitaríamos estudios para saber por qué está sucediendo eso y qué consecuencias esta nueva densidad poblacional podría generar en los ecosistemas que no estaban acostumbrados a esta cantidad de estos cangrejos. No hay investigaciones en Argentina", añadió la investigadora del CONICET.
Una nueva posibilidad en el Río de la Plata
Pese a las preocupaciones, lo cierto es que la presencia de más ejemplares de este tipo particular de cangrejo podría representar una oportunidad económica. En Estados Unidos y Brasil la especie es muy codiciada por su sabor, es considerada un manjar; y da sustento a una importante actividad comercial. Ahora, ante el aumento de su población en la costa atlántica argentina, surgió el interrogante sobre si se podría ser comercializado con facilidad en el país o no.
Algunas personas ya consultaron si se pueden extraer para vender, como ocurre en Brasil, pero no hay estudios suficientes para autorizar esa práctica en Argentina Algunas personas ya consultaron si se pueden extraer para vender, como ocurre en Brasil, pero no hay estudios suficientes para autorizar esa práctica en Argentina
"Algunas personas ya consultaron si se pueden extraer para vender, como ocurre en Brasil, pero no hay estudios suficientes para autorizar esa práctica en Argentina", advirtió la bióloga. Y planteó: "Si no se sabe muy bien cómo se va a mantener esa población en el tiempo, tampoco es muy productivo considerar que es un recurso pesquero. Y dentro de, no sé, 5 años, la población podría achicarse y ya no tendríamos más recurso para pescar".
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En Estados Unidos y Brasil la especie es muy codiciada por su sabor.
"En Brasil hay un montón de estudios. Ahí se sabe, por ejemplo, cuál es el tamaño mínimo que se puede pescar para evitar que se eliminen de la población los individuos juveniles que todavía no se reprodujeron. Entonces, hay un montón de estudios que sostienen y que dan base para leyes que garantizan una pesquería sostenible", detalló Delevati y añadió: "Acá no. La verdad que, infelizmente, no hay nada y no hay intereses, aparentemente, de que se estudie ese tipo de cosas".
Delevati también se refirió a las características particulares de este animal, apuntó que "son agresivos" e hizo especial hincapié en sus pinzas: "Tienen como si fuera un serrucho, porque su hábito alimentario es de un depredador, entonces, ellos tienen las pinzas que son para poder agarrar la presa y destrozarla". "Vos jugás con ellos, van a levantar las pinzas y parece que están bravos, indignados. Pero es su comportamiento, y por ahí la gente se asusta un poco", cerró al respecto.