Con la declaración de la madre de la víctima, comenzó el juicio oral en La Plata para un exboxeador acusado de aberrantes delitos con una muy alta pena en expectativa. La defensa solicitó que el proceso sea mediante un juicio por jurado ciudadano. El debate es dirigido por la jueza Carolina Crispiani del Tribunal Oral Criminal IV platense.
Braian "Fatu" Cisterna está procesado por "abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido con arma de fuego, privación ilegítima de la libertad agravada y tenencia arma de fuego". Se sospecha que raptó a la menor de 14 años y la mantuvo un día cautiva en su casa, donde la violó en reiteradas oportunidades.
Durante la mañana, el fiscal Juan Pablo Caniggia y el defensor particular Marcelo Di Siervi realizaron la selección y conformación del jurado ciudadano. Por la tarde, se escucharon los testimonios de la madre de la víctima, un policía, el psicólogo de la menor, una médica de Policía y se exhibió una de las pruebas que suelen ser determinantes en los casos de abusos sexuales: la Cámara Gesell realizada a la menor, cuyos datos se mantienen en reserva.
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El boxeador Braian "Fatu" Cisterna enfrenta una posible condena superior a 15 años de prisión.
Foto: web Infocañuelas
El jurado fue instruido por la jueza Crispiani para que analice el caso con perspectiva de género y niñez, poniendo el foco en el concepto del consentimiento de la víctima, un hecho que da por primera vez en el marco de un juicio por jurado ciudadano en La Plata.
La denuncia que llegó a debate en La Plata
Cisterna quedó privado de su libertad el 8 de agosto de 2019 minutos después de que la víctima declarara en Cámara Gesell y confirmara los hechos denunciados el domingo 12 de mayo en la Comisaría de la Mujer.
La madre de la niña relató a InfoCañuelas la secuencia vivida ese dramático domingo en el que toda la familia se movilizó para encontrarla.
"Cuando nos levantamos a la mañana mi hija me pidió ir a la casa de la amiga en la esquina para buscar unas pertenencias que había dejado el día anterior y de paso invitarla a desayunar. A las 9.30, luego de que preparara sus cosas del colegio, la autoricé a ir. La acompañé hasta la vereda y vi que se dirigía hacia la casa de su amiga. Luego me fui a comprar unos elementos de ferretería", relató la mujer, madre de varios hijos.
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Carolina Crispiani, jueza del Tribunal Oral Criminal IV de La Plata, a cargo del debate.
Búsqueda desesperada
Mientras se hallaba comprando una lata de pintura recibió el llamado de una de sus hijas comentándole que su hermana no había regresado y que tampoco estaba en la casa de su amiga.
Fue así que comenzó una intensa búsqueda en todo el barrio. "Por un momento pensé que podía estar en la plaza, tal vez con un noviecito, pero me pareció raro porque me hubiera contado y no es de irse sin avisar y sin consentimiento. También llamé a los hermanos pensando que estaba con alguno de ellos. Fue desesperante porque nadie sabía dónde estaba", siguió contando la mamá.
Con el paso de las horas, varios familiares se fueron sumando a la búsqueda, cuadra por cuadra. En un momento alguien dijo que la había visto caminar hacia lo de Cisterna, un departamento ubicado sobre un terreno de la calle 9 de Julio casi esquina Rawson, que atrás tiene otras viviendas. "A eso de las 7 de la tarde fui a su casa, que está muy cerca de la nuestra, y me aseguró que mi hija no estaba con él".
Tensión, gritos e insultos
Una hora más tarde, un hijo y un cuñado de la mujer volvieron a lo del boxeador porque la única pista que tenían era que la habían visto dirigirse hacia ese domicilio. Le tocaron el timbre y tardó varios minutos en salir. En esta oportunidad, se produjo una fuerte discusión. "Volvió a decir que no sabía dónde estaba mi hija. Mi hijo más grande no le creyó y le pidió que lo dejara pasar para comprobarlo. 'Cómo te voy a dejar entrar a mi casa?', le respondió. Se armó un griterío, hubo empujones, puteadas y cuando llegué al lugar, por la puerta entreabierta, la vi a mi hija que se tambaleaba yendo de una habitación a otra".
En cuestión de minutos, un patrullero se llevó esposado al boxeador y los familiares llevaron a la menor a la Comisaría de la Mujer. Estaba descalza, sin ropa interior, vestida con un pantalón dado vuelta y una remera blanca con dibujos de anclas que no era de ella.
"Salió confundida, agarrándose de la cabeza. No entendía lo que estaba pasando. Al rato, en la Comisaría de la Mujer, cuando fue recuperando lucidez, se dio cuenta de que estaba vestida con ropa ajena y hablaba de un arma, de que la había amenazado con un arma", reveló la mamá.
En el área de Delitos contra la Integridad Sexual de La Plata corroboraron que la menor tenía signos de actividad sexual reciente y lesiones compatibles con una violación. Le hicieron un hisopado vaginal para determinar si hay rastros del ADN de Cisterna y le extrajeron una muestra de orina para el examen toxicológico. En su primer contacto con su madre, relató que durante esas diez horas en las que estuvo encerrada sólo recordaba haber tomado un vaso de agua.