Los abogados Gustavo Rapalini y Andrés Rivera revelan en una entrevista exclusiva con 0221.com.ar los detalles del conflicto judicial que rodea a la casona de calle 48 entre 11 y 12, donde Ricardo Barreda masacró a su familia.
El Estado depositó millones de pesos por la expropiación de la casa donde Barreda asesinó a su familia. El monto es considerado "irrisorio" por los abogados.
Los abogados Gustavo Rapalini y Andrés Rivera revelan en una entrevista exclusiva con 0221.com.ar los detalles del conflicto judicial que rodea a la casona de calle 48 entre 11 y 12, donde Ricardo Barreda masacró a su familia.
En una charla a fondo en la que cuentan todo, desde la interminable sucesión hasta la polémica expropiación, los representantes legales de los herederos señalan que el proceso estuvo marcado por demoras injustificadas y una indemnización que no refleja el verdadero valor de la propiedad.
La sucesión de la familia de Ricardo Barreda lleva 32 años. Heredaron parientes colaterales de una víctima. Un caso marcado por la tragedia y la conmoriencia.
La histórica casa de Ricardo Barreda en La Plata fue embargada por una deuda impositiva en medio de las disputas legales en torno a la propiedad.
Por primera vez, los letrados cuentan cómo se llegó a la declaración de herederos después de más de 30 años, el reclamo por una tasación justa y la posibilidad de que la causa llegue hasta la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires. Además, aclaran que los herederos a los que representan no se oponen a la transformación del inmueble en un espacio de memoria y prevención de la violencia de género.
—¿Cuántos expedientes hay en la sucesión de bienes de las víctimas de Ricardo Barreda?
—Formalmente hay tres expedientes. El de la sucesión de bienes y el de la expropiación, que son dos juicios distintos. Hay un juicio donde el Estado dijo: "Quiero expropiar la casa" y como ese proceso judicial no avanzaba como debía avanzar, hay otro expediente paralelo, que se llama expropiación inversa, que lo inició en su momento Barreda, diciéndole al Estado: "Ya que decidiste expropiarla, pagame". Hoy por hoy, el único expediente que está teniendo movimiento, un movimiento real, es la expropiación directa, que es el que inició el Estado. La sucesión tiene muchos años de tramitación, son cinco cuerpos, pero concretamente hace muy poco que se pudo obtener la declaración de herederos, en gran parte por una tarea inicial que desarrolló un estudio y que después terminamos desarrollando nosotros.
—¿Qué se está discutiendo?
—Hoy lo que se está discutiendo es en relación a la casa. Cuánto se paga y cuándo se paga. Porque el tema puntual sobre la expropiación es, primero, una declaración de utilidad pública por la cual el Estado dice, como cuando se quiere expropiar un terreno para hacer una autopista: "Necesitamos este inmueble para esto". Esa es la declaración de utilidad pública. El tema es el pago del monto, indemnización o como lo queramos llamar, por eso que expropia el Estado. Sobre la expropiación y sus motivos, no hay discusión alguna. Ya está la ley y quienes están discutiendo el valor, eso no lo discuten. O sea, sobre eso no hay ninguna cuestión.
—¿Dónde está el punto?
—El punto está en que el Estado determinó una evaluación en la expropiación hace unos años. Luego de determinarlo, más o menos por 2017 o 2018, terminó depositándolo en el año 2021.
—¿Qué depositó?
—Hizo un depósito relacionado más con la valuación fiscal que la real. Esto es lo central de la discusión en el juicio de expropiación, porque además es jurisprudencia de la Corte, no porque sea un pedido infundado. La jurisprudencia de la Corte dice, incluso ante la expropiación: “Lo que hay que pagar es el valor real de los de los bienes”. Entonces, lo que se está discutiendo es la indemnización por el valor real para los familiares.
—¿Ustedes tienen tasaciones hechas? ¿Llevaron tasaciones?
—Nosotros, en la presentación inicial, presentamos documentación. Más que nada lo que hicimos fue constatar los valores que había pagado el Estado con los valores de mercado, diciendo que era una suma absolutamente irrisoria y lo que se pidió es la designación de un perito martillero para que haga la tasación que sería el próximo paso que hay que dar en el expediente. Entendemos que en los tiempos próximos va a estar esa evaluación en el expediente con ingreso a la casa, obviamente.
—¿Quién hace y cómo esa tasación o valuación?
—Hay dos formas de que intervenga un martillero: o lo hace alguien que es empleado de la Corte, de la Asesoría Pericial o se sortea entre una lista de profesionales matriculados. Su labor es responder lo que le pregunten las partes. O sea, como es un perito, viene y responde los puntos de pericia. En nuestro caso, siendo bien concretos, nosotros le preguntamos: ¿cuál es el valor de mercado?”.
—¿Tienen un aproximado de ese valor de mercado?
—Le pedimos a un martillero que haga una evaluación y lo que hicimos, para fundar bien la presentación, fue decir: "Mire, cuando se hizo la ley de apropiación, valía tanto". Porque pedimos varias valuaciones según el momento. Cuando se hizo el depósito para que el Estado pueda entrar en posesión del inmueble, valía tanto. Hoy vale tanto, pero en definitiva es lo que diga en su momento el martillero. ¿Por qué hicimos eso? Para que la jueza que lleva la causa vea que en ninguno de los casos es lo que el Estado depositó. En realidad, el ABC de cualquier juicio de expropiación, ya sea bajo la ley del Estado provincial o del nacional, dice: "Necesito expropiar esto", luego le pone un monto y después paga ese monto y recién ahí el Estado ingresa a esa propiedad. Toda esta regla general acá se invirtió. El Estado dijo: "Necesito entrar rápido" y ¿qué le dijo el poder judicial? Bueno, pero hay que depositar algo.
—¿Cuánto era el valor fiscal en ese momento?
—En ese momento (2021), depositaron un poquito más de 7 millones de pesos que si uno va a la cotización del dólar que se usa para las operaciones inmobiliarias, superaba apenas los 40.000 dólares en ese momento y lo que nos dijeron las tres inmobiliarias y el perito martillero que consultamos fue que esa cifra representa el valor de un monoambiente o dos ambientes, pero nunca de una casa de ese estilo, ya que en un análisis de lo que vale el terreno, la consideración que tiene ese lugar puntual y las medidas y la ubicación, el monto es absolutamente irrisorio.
—¿Ustedes ya presentaron los puntos de pericia?
—Ya presentamos los puntos de pericia porque, por el tipo de juicio, esos puntos deben ser presentados junto con la contestación de demanda, por lo tanto, ya lo hicimos y una vez que quede integrado el juicio, con todos los participantes, el próximo paso que tiene que hacer el juzgado es abrir la prueba y designar el martillero para que haga el informe con esos puntos.
—¿A cuántos herederos de las víctimas representan y qué es lo que les plantean sus clientes?
—Representamos a dos grupos, sin perjuicio de que puedan ser más las cantidades que los conforman, hoy por hoy son dos. En general hay una tónica que se repite. Por ahí con más conocimiento con menos conocimiento fáctico de lo que pasó, en este caso ya es trascendente. Lo que les pasa es que no pueden creer si yo vengo y te lo explicamos a vos, se explicamos a ellos. Mira, el proceso de expropiación es así, pero en este caso fue distinto. Pagaron pero es irrisorio.
—¿Y para qué hicieron esto?
—Para tomar posesión. Tomaron posesión desde el punto de vista jurídico formal, porque en el expediente dice que sí. Ahora, si uno pasa por la casa, está absolutamente abandonada. Entonces, lo que no pueden entender es que, después de tanto tiempo el Estado, no haya impulsado el expediente, no haya terminado, no haya pagado lo que corresponde, haya pedido la posesión, haya llevado esto sin perjuicio del crisol político. No tiene que ver con que pasaron varios y varias. No va por ahí, pero le pusieron tanto énfasis en el título que llevaría ese lugar o para qué se lo utilizaría enarbolando precisamente todo lo contrario de lo que pasó, pero bueno, en definitiva todo eso no pasó, el expediente es un expediente atípico en cuanto a lo que fue sucediendo para lo que debería ser una expropiación pero ellos todavía no cobraron un mango.
—¿En líneas generales, cuánto tarda una sucesión en La Plata?
—Lo que pasa es que tienen particularidades, pero intento dar una respuesta. Tarda un par de meses en llegar a una declaratoria de herederos o aprobación de testamento. Lo que pasa después, a veces no es responsabilidad de la justicia o de los operadores, los abogados, las abogadas, porque muchas veces pasa que los herederos quieren quedarse con el inmueble y venderlo más adelante o alquilarlo o lo que sea y esa etapa final no tiene no es tan jurídica, sino más más bien comercial. Ahora, esa etapa inicial debe llegar a una declaración de herederos en las sucesiones sin testamento en tres, cuatro, seis meses como una locura, en este caso tardó 31 años. Imagínense que cuando sucedió este terrible suceso, nosotros teníamos 5 o 6 años, o sea que ni siquiera fuimos los que iniciamos esto, pero sí los que terminamos. Ese plazo de 30 a 31 años es absolutamente inadmisible y, además, hay algo que es muy importante y los herederos lo recalcan continuamente y esto fue específicamente determinado en los escritos de contestación de demanda. Sobre la declaración de ese lugar como Centro para la Memoria, Prevención y Abordaje de la Violencia de Género, los herederos se allanaron a eso. Eso quiere decir que no vamos a hacer ningún tipo de discusión sobre ese punto.
—¿Entonces sólo discuten el valor del inmueble?
—El punto está en la indemnización sobre el valor del inmueble. Claro.
—¿Esta causa puede llegar a la Corte?
—Sí, por supuesto que sí. Probablemente llegue. Por un lado o por el otro. Esto se va a expropiar, va a pasar al Estado y hay que pagar una indemnización. Ahora, si la sentencia dice lo que corresponde, que es el valor real, probablemente quien inicie toda la etapa recursiva de apelación y una eventual intervención de la Corte sea Fiscalía de Estado, quien representa los intereses del Estado provincial. Y si eso no sucede, quienes lo haremos seremos nosotros. No digo que sea lo normal ni lo que deba suceder, pero naturalmente por la complejidad que tiene el asunto y por los montos que se van a discutir en la diferencia, si sale para un lado o para el otro, hay grandísimas chances de que sí.
—¿Qué significa esta causa en la carrera de ustedes?
AR—La realidad es que es un suceso muy relevante, sobre todo porque una de las personas a las que representamos tuvo cotidianidad con las víctimas, tiene muchísima parte emocional. Intentamos acompañar eso continuamente. Intentamos también, desde lo formal, no dejar de recalcar que ellos quieren que esa pelea en cuanto a derechos y a protección esté bien plasmada, pero obviamente representa muchísimo como un suceso muy trágico y muy importante y muy relevante. O sea, la misma parte de lo trágico que es lo relevante, es haber llegado a la declaratoria. No es solamente una declaratoria más, es una declaratoria en la que se corrió a una persona declarándolo indigno previamente en otro juicio, lo cual representa una pelea, una batalla y una victoria jurídica muy importante y esta es, tal vez, un poco la parte final que es ese intento, porque nunca se llega, ese intento de reparación para víctimas o familiares de víctimas que es lo que estamos intentando buscar ahora.
GR—Coincido con todo lo que dijo Andrés y sumo: es una gran responsabilidad. Primero tuvo una de las cuestiones más complejas que nos toca a nosotros como profesionales que es decirle la verdad a alguien que no tiene idea de cómo está una causa, porque también nos tocó enfrentarnos y decirles la situación actual es que el paso del tiempo no había hecho avanzar ninguno de los trámites como ellos esperaban, que todo estaba mucho más iniciando que lo que por ahí ellos tenían idea y después devolverle con responsabilidad la confianza que tuvieron y, en ese sentido, ellos, lo que notaron rápidamente y por eso también estamos agradecidos de que sigan renovando la confianza, es que ambos procesos se empezaron a mover. Eso nos generó la gran empatía de saber que era gente que, no digo que estaba indefensa porque algunos tenían algún profesional o lo tuvieron, pero no estaban en conocimiento dónde estaban parados, entonces la responsabilidad de decirles: "Ustedes están ubicados acá, con lo antipático que puede ser, pero es la verdad". Y a partir de ahí ya somos responsables de avanzar con todo y la tranquilidad que tenemos hoy de haber obtenido la declaratoria para que ellos tengan la legitimación, hacerlos presentar en el curso de apropiación y somos los únicos que estamos impulsando para que eso termine.
—¿La declaratoria ya está cerrada o puede aparecer otra persona a reclamar?
—Siempre podrían aparecer. De hecho, en los últimos meses, hasta que se obtuvo la declaratoria, fue una pelea que no es habitual. Fue una lucha nuestra con colaboración del juzgado en el buen sentido, pero contra otros profesionales para que, para decirlo en términos claros, se presenten en serio o que no se presenten.
—¿Por qué?
—Porque, como todo, una vez que empezaron a ver que, fruto de nuestro trabajo, esto empezaba a moverse y la declaratoria estaba más cerca, empezaron haber sucesivas presentaciones de “yo soy el hijo del sobrino”, “yo tengo toda legitimación válida”. Si la ley dice que corresponde, corresponde. Pero qué pasa, eran presentaciones judiciales que no venían con el soporte documental de la partida en la que se justificara lo que se estaba diciendo. Entonces llegó un momento en que el juzgado tenía muchas presentaciones y tenía que pasar el filtro y decir quién realmente había cumplido con la legitimación para estar incluido y no pasaba y nosotros pidiéndole que dicte el declaratorio.
—¿Cuáles son los últimos movimientos de los expedientes?
—Lo último es la declaratoria y alguna aclaración o algún pedido del Estado, pero por ahí va y mucho más no podemos decirte, pero por el estado de la causa. Si vas a la expropiación directa, vas a encontrar las últimas contestaciones de demanda, que son las que nosotros estamos patrocinando, con una aclaración que también no es lo más típico, pero que es un poco la impronta que estamos dando al expediente. Lo más normal es que, cuando alguien demanda, el juzgado diga: "Okay, tramitá tu juicio, vos vas a notificar al que demandaste para que venga a defenderse". Acá el Estado no está notificando a nadie. El Estado ni siquiera impulsa las notificaciones y ahora sí sabe contra quién, porque hay declaratoria. Entonces, lo que nosotros estamos haciendo es presentarnos espontáneamente y contestar la demanda. Que tan tampoco es típico que alguien venga y diga: "Che, me enteré que tengo un juicio y vengo a contestar la demanda". Bueno, nosotros lo estamos haciendo porque si no el expediente no se mueve. Y probablemente, si el resto no se presenta, aunque le corresponda al fisco, quienes hagamos esas intimaciones seamos nosotros para que el expediente avance.
—¿Se animan a vaticinar cuándo se termina la causa?
—No. Es difícil, pero yo me animo a decirte algo. La realidad es que hoy es muy difícil vaticinar ¿por qué? Porque nos falta integrar la litis con todos los que van a, entre muchas comillas, jugar este partido. No sabemos si eso va a durar un mes o dos años. Después de eso, la cuestión probatoria, más allá de que hay una pericia, es importante. No debería llevar tanto tiempo, pero nuestro partido más importante es poder traer a todos y avanzar con la apertura a prueba. Hasta no tener eso es realmente muy difícil estimar tiempo aunque sea en un juego. En este momento tenemos que acelerar mucho con eso y cerrar este tema, trabar la litis y avanzar con la apertura prueba. Hoy es muy difícil determinar un tiempo.
—Para que tengas una idea del estado procesal que tenía la expropiación, cuando nosotros ingresamos, si vos ibas y veías que estaba iniciando en 2017 o 2018 y veías toda la tramitación, tranquilamente podía ser un expediente que había ido a Corte ya con la sentencia definitiva. Sin embargo, era una causa en la que ni siquiera estaba ordenado el traslado de la demanda, ¿qué quiere decir? Para cualquier causa el primer despacho es “téngase por presentado a Juancito, esta es la causa”. Acá ni siquiera estaba eso, con lo cual, lo primero que nos pasó cuando fuimos a la causa para decir: "Vamos a presentar a esta persona que conteste espontáneamente, es vengo a contestar el traslado de fecha tal". Y ese traslado no existía. Entonces, lo primero que se tuvo que pedir al juzgado fue ordenar el traslado de la demanda que empezó el Estado, así nos presentamos espontáneamente y contestamos. Entonces, en ese estado de la causa, fue un poco donde tuvimos que meternos, por eso todo lleva mucho más tiempo. Nosotros no podíamos contestar demanda en la expropiación hasta no tener la legitimación de la declaratoria heredera. Sabíamos que nuestros clientes iban a poder hacerlo, pero la legitimación se las daba ir al juicio de expropiación y decirle: "Acá está la declaratoria, soy una de las personas que puede venir a contestar demanda, vengo y contesto demanda." Eso es más reciente.
Los abogados Rivera y Rapalini pertenecen al estudio RDN Abogados y representan a la mayoría de los herederos, pero no a la totalidad. El resto, cuenta con el asesoramiento de una abogada que fue contactada por 0221.com.ar para una entrevista y se comprometió a dar una respuesta, pero al cierre de esta nota no se obtuvo contestación alguna.