El pasado 17 de febrero, el Frigorífico Gorina sufrió un feroz incendio que casi lo deja en la ruina y llevó a sus más de 1.000 trabajadores a un estado de incertidumbre que, a poco más de un mes de aquel día, siguen esperando para retomar sus actividades en el histórico lugar.
A simple vista, las condiciones del lugar son bastante similares a las del día después del incendio: hierros derretidos, paredes completamente negras y escombros que siguen siendo retirados en un frigorífico que continúa sin funcionar.
Muchos trabajadores fueron reubicados en otros frigoríficos de la misma empresa, otros fueron cesanteados y otros cumplen funciones removiendo con máquinas la cantidad de hierros y chapas retorcidas que parecen no tener fin.
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Así quedó el Frigorífico Gorina tras el feroz incendio del pasado 17 de febrero
Foto: Ignacio Amiconi - AGLP
Traslados, reclamos e incertidumbre
Lo que sí se sabe es que unos 250 empleados de la planta de Melchor Romero fueron enviados a trabajar a otro frigorífico en Bernal. En este marco, denuncian que no solo tienen inconvenientes con el traslado, la cantidad de horas que están fuera de sus casas y el dinero que les cuesta el transporte para llegar hasta allí, sino que además en sus haberes notaron una disminución de su salario sin ningún motivo.
Distinta es la situación de aquellos cesanteados, quienes exigen volver a sus puestos de trabajo y aún no tuvieron respuestas de su situación. Por esta razón, a comienzos de marzo realizaron una manifestación en 505 y 151, con una quema de gomas.
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Trabajadores que no obtuvieron respuestas sobre su situación laboral se manifestaron en 505 y 151
¿Qué pasa hoy en el Frigorífico Gorina?
Hoy, a poco más de un mes del terrible incendio, el canal Somos La Plata informó que algunos trabajadores cumplen sus tareas removiendo lo que quedó de aquel fatídico 17 de febrero.
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Foto: Ignacio Amiconi - AGLP
Esta situación se mantiene bajo un gran hermetismo y el frigorífico sigue paralizado. Algunos estiman que el trabajo continuará por varios meses hasta volver a poner todo el lugar en funcionamiento.