Un centenar de hinchas de Racing se congregaron en la esquina clásica de las celebraciones en La Plata para festejar el título internacional.
Racing ganó la Copa Sudamericana al imponerse por 3 a 1 al Cruzeiro de Brasil en una final disputada en Asunción de Paraguay y los festejos llegaron hasta el centro de La Plata donde un grupo de hinchas se congregó para celebrar la obtención de un título internacional después de 36 años.
Pasadas las 20, cuando los jugadores ya habían recibido la Copa, las bocinas y los gritos empezaron a dominar la escena en 7 y 50 en el microcentro de la ciudad.
Después de 36 años, Racing volvió a levantar una copa internacional al derrotar a Cruzeiro en la final jugada en Asunción de Paraguay.
Fueron aproximadamente un centenar de hinchas quienes por momentos cortaron parcialmente el tránsito de la calle 50, a la altura del Pasaje Dardo Rocha.
Los gritos de "La Academia, la Academia" y el "dale campeón" fueron los que más se escucharon, pero también hubo dedicatorias para los clásicos rivales, especialmente Independiente y Boca.
Racing derrotó a Cruzeiro por 3-1 y levantó así una copa internacional después de 36 años. El conjunto de Avellaneda se impuso con goles de Gastón Martirena, Adrián "Maravilla" Martínez y Roger Martínez.
El equipo de Gustavo Costas rompió una racha de 36 años sin títulos internacionales y se clasificó de manera automática a la Copa Libertadores 2025.
La final se disputo en el estadio de Cerro Porteño de Paraguay, pero una multitud de hinchas de la Academia siguió las alternativas desde el "Cilindro" de Avellaneda, donde se instalaron pantallas gigantes.
En el partido disputado esta tarde en el estadio General Pablo Rojas de Asunción, el uruguayo Gastón Martirena abrió el marcador a los 15 minutos del primer tiempo, mientras que Maravilla Martínez puso el segundo a los 20.
Gastón Martirena, el autor del primer gol con el que Racing se consagró campeón de la Copa Sudamericana
En el complemento, Kaio Jorge descontó a los 7 minutos, pero el colombiano Roger Martínez sentenció el partido a los 45, cuando la final llegaba a su fin, desatando un festejo desenfrenado albiceleste, tanto en Asunción como en Avellaneda.