Los ladrones ingresaron por el patio trasero a la casa ubicada en Arana, al sudeste de La Plata y se llevaron medio kilo de oro que estaba enterrado.
El ingenio delictivo en La Plata volvió a sorprender, esta vez con un robo que tomó por sorpresa a vecinos de Arana. Dos delincuentes ingresaron a una vivienda y se llevaron medio kilo de oro que estaba enterrado en el patio.
Según la denuncia, el robo ocurrió en un barrio cerrado ubicado en las calles 635 y 131. La víctima, un empleado municipal, explicó que el oro estaba enterrado en un frasco de vidrio, a solo 10 centímetros de profundidad, y que lo tenía destinado a la compra de un departamento para su hijo. Las pepas estaban valuadas en 45 mil dólares.
Una joven supuestamente llamada "Sol", de 23 años, sedó y robó a un hombre de 53 que la había llevado a su casa de Tolosa tras conocerse en Tinder.
Dos delincuentes atacaron brutalmente a una joven en Villa Elvira. Le robaron su bolso tras golpearla y herirla con un cuchillo, aunque está fuera de peligro.
El hombre identificó a los presuntos responsables: dos trabajadores que habían realizado tareas en la zona meses atrás. La víctima sostuvo que ni siquiera su familia sabía del lugar en donde estaba escondido el oro.
Se investiga si los delincuentes descubrieron accidentalmente el escondite mientras buscaban objetos de menor valor.
Las investigaciones preliminares apuntan a que el robo fue planificado. Según fuentes policiales, los ladrones habrían tenido acceso al patio trasero de la casa, donde excavaron para llevarse el frasco. Citado por El Día, el dueño de la vivienda sostuvo: “Ningún familiar ni persona ajena sabía de la existencia de ese oro, mucho menos de que yo lo había ocultado allí (en el patio de su casa). Lo tenía para en un futuro comprar un departamento a mi hijo”.
Este caso refuerza la preocupación por la inseguridad en La Plata, una problemática que no da tregua y sigue generando indignación entre los vecinos y en esta ocasión impacta no sólo el botín sino que además el tiempo en el que estos delincuentes estuvieron en el interior del terreno para cometer el ilícito.